Si te hospedas en Waimea Bay, lo tendrás muy fácil para estar cerca de las maravillosas playas de los alrededores. Recuerda que en invierno sus olas alcanzan alturas de las mayores del mundo. Es por esto que el North Shore (costa norte) de Oahu es conocido como la legendaria meca del surf, con olas cristalinas que dan la bienvenida a los mejores surfistas del mundo. ¡No olvides alquilar una bici para recorrer estos hermosos parajes!

Muchos de los peculiares carteles o adornos en la zona están hechos a mano. No es extraño encontrar, por esta y otras islas, carteles diseñados en viejas tablas de surf que han sido reutilizadas para dar indicaciones de cómo llegar a una atracción turística, señales privadas para casas, o avisos de que se lleva a cabo el famoso «neighbour watch» (vigilancia de vecinos), donde los ciudadanos colaboran «para pillar a los malos».

Camina, recorre, muévete. Admira, disfruta e interioriza la belleza del lugar. Las aguas turquesas cristalinas hawaianas son de temperaturas templadas, no bajando normalmente de los 23-24 grados centígrados, y manteniéndose entorno a los 26-27 grados. Para aquellos acostumbrados a aguas más frías, puede resultarles chocante, pero aún tan cálidas, las aguas siguen siendo refrescantes.

Debido a su localización, las precipitaciones en las islas son bastante frecuentes. De ahí que el paisaje se mantenga tan verde y frondoso. Al año, la isla de Oahu recibe aproximadamente 250 días de lluvia, siendo ésta además, bastante abundante. Los túneles entre la ciudad, al sur, y la costa norte, no cortan a la naturaleza sus alas para exhibirse.

La costa norte, preparada ante su fama internacional, acoge surferos, mochileros y viajeros de corazón. Se pueden encontrar varios backpackers donde alojarse y en los que conocer a gente maravillosa e interesante. Desde jóvenes luchadores en asuntos públicos y gubernamentales, hasta ex-marines con habilidades de supervivencia y búsqueda-hallazgo que dejan boquiabierta. Una de las actividades que más se disfrutan con la nueva pequeña comunidad son las hogueras improvisadas en la playa… cantando, observando el fuego, conversando, y yendo y viniendo al océano para refrescarse de los humos ante la noche joven.

Saluda al sol, o haz un poco de yoga y pon a prueba tu equilibrio. Los atardeceres en la costa norte son suaves, cálidos y llevan a la paz. A aquél que le guste el yoga, la meditación, o apreciar una sencilla puesta de sol y la inmensidad de la creación, los apreciará cada día, desde cada rincón. Una lección de humildad en medio del Pacífico.

En los paseos en bici, uno puede fácilmente toparse con construcciones como esta vivienda. Lejos de la urbe y los distritos administrativos, es difícil encontrar grandes edificios característicos de la jungla de hormigón. Recomiendo pasear y disfrutar esas vistas, apreciando la diferencia, y la sencillez que se nos olvida tanto en el día a día.

Esas playas turquesa y cristalinas…  No hay mucho más que añadir… sólo observar y querer estar ahí…

¿Cómo no enamorarse de #Oahu? Después de estas imágenes, y viendo esta impresionante puesta de Sol hawaiana… ¿aún necesitas más razones para comenzar a soñar y planificar tu viaje?

#AlohaOahu

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