Imaginen – o recuerden – esos hermosos paseos por los lindos mercadillos navideños europeos, donde el frío de afuera, vacilado por ropas térmicas y abrigos que nos mantienen forrados hasta las orejas, es compensado por la cálida sensación de bienestar, en un ambiente de amor y celebración, con los nuestros, paseando, profundamente respirando, y agarrando con ambas manos esa taza, vaso o copa que esperamos transfiera todo su calor a nuestro cuerpo. ¡Qué sensación! ¡Qué olor! ¡Qué bonito ser transportados a esos bellos momentos y recuerdos!

¿Y qué mejor manera, que aprender a hacer nuestro vino caliente en casa, y poder viajar incluso cuando sólo sea con nuestros sentidos, a esos lugares y momentos vividos?

Aquí les presento una sencilla manera de preparar el glühwein 🙂 Disfruten. ¡Salud!

Ingredientes necesarios

Ingredientes necesarios (de 4 a 6 comensales):

Botella de vino tinto. Es importante que el vino sea bueno, ligero, y suave. No es necesario que sea de los más caros, pero sí lo suficientemente bueno. En España, cualquier Ribera del Duero de los más económicos, un Albalí, o un Fidencio de La Mancha, D.O.

Azúcar. Yo uso azúcar moreno, azúcar en bruto extraído de la caña de azúcar, lo más natural y menos procesado posible (bio, fairtrade). Ejemplos: Escogido, de Brasil; Azucan, de Colombia.

Canela en ramas.

Anís estrellado.

Clavos de olor.

Cardamomo.

Naranja.

Pasos para preparar el vino caliente

Pasos para preparar tu rico glühwein:

1. Primero, agarramos una olla o caldero de tamaño mediano – grande y la ponemos a fuego suave.

2. Agregamos media botella de vino y lo vamos calentando.

3. A continuación, vamos agregando unos cuatro o cinco clavos de olor, dos o tres ramas de canela y dos o tres piezas de anís estrellado, cuatro cardamomos, y trozos de cáscara de una naranja. A mí me gusta poner primero una mitad de ingredientes, y luego la otra, según vaya saliendo el olorcito correcto. Si nunca antes lo has hecho, cíñete a un mínimo de dos-tres clavos, dos ramas de canela, dos-tres cardamomos, un anís estrellado y la cáscara de naranja. Mi consejo normalmente es ir probando lo que se crea, para que quede al gusto – obviamente de manera higiénica 😉

4. Siempre a fuego suave, ir removiendo. Se añade entonces la otra mitad de la botella de vino, y el azúcar, dos cucharadas soperas. El azúcar debe caramelizarse. Aumenta entonces el aroma de la bebida.

5. Justo antes de que vaya a romper en hervor, es importante bajar el fuego al mínimo e ir sirviendo la bebida (colar o servir con cuidado para que no toquen las piezas pequeñas de los condimentos en ninguna taza, y que no molesten al beber).

Trucos para que salga super rico

Revolver de forma casi constante, a fuego lento, e ir agregando todos los ingredientes a la par, para que no haya demasiado tiempo entre ellos.

OJO:

Cuando más tiempo se caliente (con o sin hervor), más se evaporará el alcohol del vino, y más se intensificará el gusto de caramelo y, de a poco, el quemado.

Consejo:

Se puede acompañar con chocolate negro de alto porcentaje, chocolate negro a la naranja o a los frutos rojos, bayas, o frutos secos, como nueces o almendras.

De medicina de los romanos en el siglo I, a bebida de confort para nuestros paladares navideños o de épocas de nieve en la Europa del norte, esta riquísima bebida, fortifica, relaja, calienta y une corazones contentos.

¡SALUD!

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