Viajar en solitario es, como ya he compartido anteriormente, una experiencia que toda persona -toda mujer- debe vivir. 🙂 Sin embargo, hay que recordar que, especialmente si es la primera vez que se aventuran en solitario, hay un par de errores a tener en cuenta que se pueden evitar para que todo sea más fácil y no se llegue a arruinar el viaje.
Aquí van ¡9 errores cometidos por viajeras en solitario!
1. No informarse de antemano
Un error algo común es no informarse suficiente de antemano del lugar que se visita y su cultura. No es lo mismo visitar una playa en Tenerife que en Omán, o una catedral en Milán o un museo en Chicago. Los modos, la vestimenta, la manera de actuar con los demás, e incluso los modos en la mesa o la expresión corporal al conocer a alguien nuevo.
Todo esto es esencial para no llevarse sorpresas… de las malas. Así que, de antemano, infórmate de:
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Clima – estaciones y hemisferios
Aún habiendo experimentado que la televisión muchas veces no podría darnos información más lejos de la realidad, o que el tiempo se equivoca, aconsejo mirarlo y prepararse de acuerdo con la climatología que se espera. Igualmente, siempre llevo algo para cubrirme (abrigo), un bikini (al menos), y un chubasquero (manos libres 😉 ), entre otras cosas. Considera los cambios de estaciones y de hemisferios. Sí, conocí a más de una persona que no llevó NADA de abrigo a Nueva Zelanda, porque pensaron que haría calorcito durante todo el año que iban a pasar en el país.
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Cultura, vestimenta y comportamiento
Desde los saludos, hasta la vestimenta. Si la gente se saluda sin tocarse, procura respetar los espacios. Si se presentan estrechando la mano, cuídate de no ir besando a la gente sólo porque eres española o latina – puede ofenderles, incomodarles o darles señales equivocadas. Si visitas iglesias en Italia o templos en Indonesia, utiliza falda larga, pantalón largo o sarong para cubrirte (también los hombres – los pantalones cortos NO son aceptados), y llévate además un fular o camiseta con manga y sin escote, pues lo vas a necesitar si quieres pasar. Si hay temas de los que no se debe hablar, respétalos y no los hables (algunos también pueden conllevar cárcel) Procura evitar el alcohol, ciertas mezclas en ciertos lugares, o emborracharte y perder el control Recuerda las consecuencias legales que además tienen las drogas en muchos países Si llevas a cabo ciertas muestras de afecto en público, puedes ir a la cárcel en ciertos países, así sea tu esposo. Sé lista e infórmate bien de éste punto. Recuerda que en muchos lugares aún hoy es MUY raro ver a mujeres viajeras en solitario, e incluso se ve mal.
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La mujer
Ya sabemos que el papel de la mujer no es igual en todas las culturas, y por eso hemos de tener cuidado especial. Cuidarnos, ser espabiladas y mantenernos alerta, pero también saber cuáles son los límites concretamente para una mujer, y así evitar problemas o riesgos incluso de cárcel o muerte. Y recordar que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.
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Zonas
Este punto es importante, tanto a la hora de escoger dónde hospedarte, como si deseas aventurarte sola, para prevenir problemas, evitando las áreas que no tengan buena reputación, u obrando consecuentemente – sea yendo en un vehículo personal, taxi, con compañía, o incluso específicamente con compañía masculina de la que te puedas fiar.
2. No informar a otros
En muchas ocasiones al viajero solitario no le gusta compartir sus planes. Esto sucede especialmente cuando se es joven y novato y, por rebeldía o por no querer ser controlado, se prefiere callar los planes. No caigas en ese error por querer aparentar ser mayor. Demostrarías lo contrario. Y al mayor: informa también – ¡aquí la edad no importa!
Tomar responsabilidad de tu seguridad, e ir informando a otros de tus caminos y elecciones es sabio, y te puede ayudar a mantenerte a salvo. Puede ser vital en situaciones de riesgo o extremas. Muchas de las películas en esta lista están inspiradas en hechos reales. ¡No hagas que inventen una nueva inspirada en ti por estos motivos!
3. No estar preparada para las emergencias
Es bueno estar preparada para saber qué hacer en cada momento. No saber cómo actuar puede causar estrés y arruinar la experiencia.
Detalles como tener los números de emergencia del país, de la policía, de nuestro alojamiento, o del seguro sanitario en nuestro teléfono y en papel (por duplicado) nos ayudarán. Igualmente, saber frases básicas en el idioma local, o haber echado un vistazo a un mapa para podernos orientar.
4. Desconfiar demasiado
De una y de otros.
Es esencial confiar en una misma cuando se viaja sola. Para empezar, son necesarias las ganas y el coraje del empujoncito. Luego seguirás construyendo esa auto-dependencia que te hará crecer y sentirte segura, y que indudablemente te cambiará la vida. Saca provecho al estar sola. Y recuerda que igualmente, aunque viajes sola y si así lo deseas, también puedes pasar tu tiempo acompañada por nuevas caras que conocerás en el camino. Es fácil conocer a gente con mentalidad similar cuando viajas. Estate dispuesta y preparada para aprender, de ti misma, de los demás, y de la experiencia en sí.
También es esencial para una experiencia auténtica, confiar en los demás. Si tu instinto natural es ser amigable, disfrútalo -con los ojos abiertos- pero disfrútalo. Si no, aprende a hacerlo, a liberarte de tanto prejuicio, pues hay mucha gente normal ahí fuera, y pensar que todo el mundo es malo, es una gran equivocación. Es muy importante ser cauta, mantener la chispa, y estar alerta, pero también saber que no todos los locales buscan robarte o aprovecharse de ti. Muchos de ellos querrán simplemente compartir contigo, de su cultura, ¡y aprender de la tuya!
5. Confiarse demasiado
De los demás o de la suerte. Hay que dejarse llevar, pero combinarlo con ser cauta, tener ojo, y mantenerse despierta (de ahí también el consejo de no utilizar sustancias que alteren el control o la percepción – como el alcohol).
Más de una vez he visto o sabido de timos, compañías organizadoras de excursiones que no dan fiabilidad o seguridad, robos, gente que se intenta aprovechar del extranjero. La experiencia también da las tablas para conseguir el equilibro entre confiar y no confiarse (y aún así, recibimos lecciones). No te fíes de la suerte, toma las riendas, y no tengas miedo de ser asertiva con la atención indeseada.
Como mujer, se puede sufrir demasiada atención por parte de alguien, así que es importante mantenerse firme y segura, mostrarlo, y saber decir que no, hacer saber que no se está interesada en ese tipo de atención. Seguro que alguna vez habrás escuchado ese «hay que saber parar a tiempo«. Ten especial cuidado cuando estés sola. Mantente amigable, pero firme.
Consejo: si no estás preparada para hacer esto, evita ciertos países, o evita viajar sola en ellos.
6. No tener cuidado con las posesiones
Si bien hay que tener cuidado con todas, como poner candado a tu equipaje facturado, o no dejar que nadie lleve tus cosas y encargarte tú misma (si crees que no vas a ser lo suficientemente fuerte como para cargar algo, te aconsejo que directamente no lo lleves y reduzcas su peso); debes tener especial cuidado con tu bolso de mano, tu pasaporte y tus documentos (visados, póliza del seguro, billetes de ida y vuelta, información sobre el alojamiento). Igualmente con tu dinero: repártelo y no lo lleves todo encima ni en un único lugar.
Algo que hasta hoy nunca he hecho pero que veo que se suele aconsejar, es sacar fotocopias del pasaporte, para llevarlas encima o dejarlas en la maleta.
*Aunque va en el punto 7, cuidado con los abalorios, joyas y accesorios costosos. Consejo 1: No los lleves. Consejo 2: Si los llevas, no los muestres de manera que llames la atención. Lo mismo para las cámaras y móviles de elevado valor económico.
7. Ir de guiri o de típico turista
No importa dónde – ¿quién no ha visto en alguna ocasión al típico turista que se identifica a la legua?
Nada más llegar al país, se compran la ropa típica, y van vestidos así por la calle (con intención de encajar, resultando en lo contrario).
Mini-pantalones o mini-faldas (falda-cinturón) donde ninguna local se atrevería a vestirse así.
Capa de maquillaje cual lienzo de museo.
Joyas, bling bling, relojes de marca, y demás accesorios llamativos y costosos.
Cámara (s) colgando al cuello, y mirando hacia todos lados, con cara de no soy de aquí, e incluso desorientados.
No digamos que somos perfectos, porque alguno hemos cometido alguno de esos fallos en algún momento de nuestra vida. Seguro. Consejos: evitarlo. Muchas veces nuestro color, nuestra forma, nuestros rasgos o nuestro pelo ya nos delatan como que no somos de ahí. Mejor no llamar más aún la atención – por un lado, para evitar hurtos y robos, y por otro, para no ofender a los locales o llevarlos a que nos rechacen por nuestra sola presencia o aspecto que les pueda sentar mal. Blend in, sumérgete. Ese «donde fueras, haz lo que vieres» sin llevarlo al extremo.
Recuerda no ser la típica turista, sino la auténtica viajera de corazón.
8. No integrarse
Evita los errores del punto 7, y sumérgete, intégrate. Observa cómo hacen, y entonces haz. Si las señoras cubren su cabello como símbolo de respeto, hazlo; si no suben una montaña por ser sagrada, no la subas si les puedes ofender. Más vale ser respetuoso con los locales y sus costumbres, que ser la razón de que quieran cerrar las puertas al turismo.
Aprende expresiones en el idioma local. Mostrarás que que tu interés en genuino, que deseas ser amable y comunicarte con ellos. Al fin y al cabo, eres tú quien visita y quien debe poner mayor interés en hacerte entender.
Arriésgate, y prueba la comida local, donde la comen los locales. Interésate por su alimentación y forma de cocinar. Recuerda: intenta olvidar los prejuicios (y ve poco a poco: no aconsejo probar todo a la vez y desde el primer día). La cocina local puede darte una perspectiva diferente, y un mayor entendimiento de esa nueva cultura. ¡Quizás hasta se convierta en tu plato favorito! Y si no, al menos tendrás una visión propia y una experiencia más en el libro de tu vida. 😉
Respeta como te gustaría ser respetado. Visita la tierra foránea como te gustaría que visitasen la tuya.
9. Olvidar algunos básicos
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El seguro
Tener un seguro médico y de repatriación es una de las cosas más importantes que puedes comprar para tu viaje internacional. Especialmente también viajando sólo, pero no exclusivamente.
Fíjate en las coberturas de contratación, y asegúrate de que cubre todas tus necesidades. Desde accidentes hasta repatriación por fallecimiento propio, de un familiar o por enfermedad; desde resfriado común hasta ciertos deportes; desde retrasos hasta cancelaciones de vuelos. Siempre lo llevo, y lo aconsejo. Si necesitas ayuda, no olvides comentar debajo.
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La moneda
Lleva cambio en la moneda local, y lleva dólares americanos para hacer más cambio en el caso de que sea necesario. En muchos países aceptan los USD como moneda de pago, o para hacer cambio por la moneda local (y quizás no el euro). También, estate al corriente de la tasa de cambio, para que no te timen – o algo te parezca extremadamente barato, y en casa resulta que te cuesta lo mismo.
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El móvil
Recuerda activar el roaming, y desactivar tus datos, incluso los automáticos en las aplicaciones como WhatsApp. Asegúrate del plan que tienes antes de salir. Algunos planes ponen límites para que no te pases de ciertas cantidades y lo puedas controlar. Personalmente, prefiero controlar y mantener la posibilidad de usar mi teléfono en caso de emergencia. Recuerda activar el wifi. Comunicarse por WhatsApp, Skype, Facebook o Telegram es fácil, rápido, efectivo, y gratis si estás con wifi. *Consejo: no te pierdas el tiempo real y las experiencias en el lugar por estar demasiado tiempo en tus redes sociales, tirando del wifi, o en tu habitación.
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Los adaptadores
No olvides tus adaptadores múltiples, o al menos aquél que necesitarás en el país de destino. Si vas a hacer un viaje intercontinental, recuerda llevar los de los países donde harás escala.
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Los NO
No dejes de viajar porque no tengas con quién. Atrévete a ir sola. No dejes de conocer gente por miedo o vergüenza. No viajes con alguien con quien no te gusta sólo por no hacerlo sola. También está bien separarse, aunque sea por momentos. Anímate.