Gastronomía Neozelandesa – p. 1 – kiwi, Marmite, dulces y productos de desayuno

*actualizada* Ya que el próximo 16 de octubre es el día mundial de la alimentación, sería genial comenzar la nueva sección sobre gastronomía. ¿Y qué mejor que compartiendo sobre la comida de un país? Aquí van algunas pequeñas curiosidades sobre la gastronomía neozelandesa. 🙂 ¡Qué aprovechen! La comida en Nueva Zelanda… Kiwi Cuidado con el kiwi, que en Nueva Zelanda no se refiere tan sólo a la fruta, sino también al animal (que no se come, y está en peligro de extinción) y a la persona (el neozelandés no-maorí). Conocido como la fruta de Nueva Zelanda por ser el primer país con plantaciones comerciales de la misma, no es originario de allí, ya que sus semillas fueron importadas desde China. Hay numerosísimas plantaciones en el país (como la famosa Hayward, en Avondale), y es uno de los mayores y el más importante exportador del mundo. El kiwi es una fruta dulce, jugosa, y rica en vitamina C, recubierta por un exterior peludito que no se come y hay que cuidar de pelar bien. Se utiliza comúnmente en postres como la pavlova (ver abajo). Este alimento contiene actinidina, que es una enzima que ayuda al tránsito intestinal y la absorción de las proteínas, pero que puede también actuar como alérgeno para algunas personas, provocando picores de garganta, o dificultando la respiración (puede ocurrir anafilaxia). Pavlova La Pavlova es un postre de merengue y fruta típico de Nueva Zelanda, y muy muy dulce. Históricamente, kiwis y australianos -como sucede en muchas ocasiones- han peleado por ver quién lo inventó primero. La publicación «The Pavlova Story: A Slice of New Zealand’s Culinary History» («La historia de Pavlova: Un pedacito de la Historia Culinaria de Nueva Zelanda»), fue escrita por Helen Leach (antropóloga estudiosa de los alimentos, con varias publicaciones sobre la gastronomía neozelandesa), para demostrar que la receta más antigua jamás conocida fue publicada en Nueva Zelanda. El nombre del postre se cree que le fue puesto en honor a la bailarina Ana Pavlova tras uno de sus tours por Australia y Nueva Zelanda allá en los años veinte (1920s). Yo he de añadir que, habiendo vivido primero en Australia, y luego en Nueva Zelanda, fue en el segundo en el que aprendí sobre este postre, y donde finalmente lo probé. Marmite Marmite, como su prima australiana Vegemite, es un producto que se ama o se odia. Es uno de los alimentos con más reacciones extremas y polarizadas que he probado -y animado a otros a probar 😉 -. Sólo he conocido un caso que ha quedado en el término medio del «ok, está bien» – y es la excepción que confirma la regla. Muchos perciben instantáneamente su fuerte olor a levadura, mientras que otros se pierden en la goma de rueda o el olor a petróleo incluso. Se trata de un alimento para untar, de tonalidad marrón muy oscura, y hecho de extracto de levadura, un subproducto de la elaboración de la cerveza. Se comercializó en Nueva Zelanda a comienzos del siglo XX por la compañía Sanitarium Health Food Company. En Nueva Zelanda, en uno de mis trabajos, aprendí que en los centros infantiles, se les da a los pequeños Marmite untada sobre pan y con queso, para que se vayan acostumbrando al sabor desde pequeños. Weet-Bix Weet-Bix es como un bizcochito hecho de trigo, usado como cereal de desayuno e incluso como alternativa al pan, inventado por el australiano Bennison Osborne a inicios del siglo XX. Por causas de marketing, su amigo neozelandés Malcolm Ian Macfarlane sugirió trasladar el producto a Nueva Zelanda, donde tuvo tal acogida, que se establecieron fábricas en Auckland y Christchurch, y se comercializó en gran manera. Más tarde, crearon la versión británica, Weetabix, que es más conocida para los que crecimos en este otro lado del mundo. Para el viajero, la marca blanca de este producto, y la avena, son dos de las opciones más energéticas y económicas para comenzar el día. Ambos productos se pueden encontrar en cualquier supermercado. También es muy común ver estos dos alimentos en casa de todo kiwi. Avena La curiosidad que se me presentó con la avena fue yo nunca antes le tuve interés. En mi tiempo en Nueva Zelanda, descubrí el porridge, desayuno backpacker por excelencia. La avena se mezcla con agua caliente (también se puede mezclar con leche), y se hace una pasta que da mucha energía. La mejor manera es añadiéndole algo de azúcar morena o miel, fruta, y dejarlo un poco acuoso, para que quede bien bueno. Personalmente, probándolo con cacao en polvo (como buena amante del chocolate), para mi sorpresa, no me resultó tan agradable como las opciones previamente comentadas. Anzac biscuits Los Anzac biscuits son galletas (biscuits y no cookies) dulces, populares en Australia y Nueva Zelanda. Se hacen con avena, harina, azúcar, mantequilla, sirope dorado, bicarbonato sódico, agua hirviendo y de manera opcional, coco disecado. Los Anzac biscuits están asociados con el «Australian and New Zealand Army Corps» (Cuerpos del Ejército Neozelandés y Australiano), establecido en la Primera Guerra Mundial. Las mujeres enviaban estos bizcochitos -originalmente duros- a sus soldados, porque estaban hechos de ingredientes no fácilmente perecederos, y aguantarían las largas distancias de transporte naval. La terminología «Anzac» está protegida por leyes australianas y neozelandesas, y no se puede utilizar a nivel comercial sin permiso del Ministerio de Asuntos de Veteranos, y el Gobierno General, respectivamente, a no ser que los «biscuits» sigan la receta original y no se vendan nunca como «cookies». Para hacerlos, se puede seguir fácilmente la receta que viene en la parte trasera de los paquetes de avena (oat). Chocolate fish O peces de chocolate, aún más curioso en español. Se trata de unos dulces de chocolate que suelen poner cuando pides chocolate de beber para llevar, o que dan a los niños por hacer las cosas bien, siguiendo el dicho kiwi de «give that kid a chocolate fish» (dale a ese niño un pez de chocolate). Tienen forma de pez, y un tamaño de cinco a ocho centímetros, están recubiertos de chocolate simulando incluso las escamas, y en su interior tienen nube de color rosa o blanca. La marca más conocida

Viajar barato

¿Te lo estás planteando? ¡Claro que te puedes permitir viajar! [clear] ¿Cómo es que viajas tanto? ¡No paras la pata! ¿Pero de dónde sacas el dinero? ¿Viajas de nuevo? No son pocos los que cuestionan que se pueda viajar barato. Sin embargo, viajar de manera económica es de hecho mucho más posible de lo que muchos piensan. Claro que conlleva ahorrar, pero si reduces el consumo de otros productos, podrás invertir en viaje y experiencias. Piensa en qué usas tu dinero, calcula de manera mensual lo que cobras y lo que gastas. Obviamente, hay gastos que uno va a tener sí o sí cuando es un adulto independiente -por ponerlo de alguna manera general- tendrás el pago de la vivienda y los servicios públicos, la comida, el transporte, y algún que otro compromiso o capricho. Si los extras de lo básico los reducimos, podemos ahorrar considerablemente. Claro, evita comprar toda la última moda, marcas, comer fuera cada día, o gastar en vicios, como alcohol o tabaco. Además de estos principios básicos, hay también trucos para ahorrar para viajar, y para ahorrar viajando. [clear] LOS VUELOS [clear] Comprar los vuelos por medio de una agencia, en el aeropuerto, o por internet, resulta en una grandísima diferencia de precio. Para mí, la mejor manera es online. Hay muchísimos buscadores; y suelo recomendar investigar un poquito en varias webs antes de comprar. Con algunas compañías es preferible hacerlo a través de su propia web, como ocurre, por ejemplo y casi siempre, con Ryanair (compañía europea de bajo coste), ya que sale igual o más barato que por medio de buscadores. Un buscador que siempre visito es Skyscanner. Éste te presenta opciones de vuelo con fecha cerrada o abierta, destino cerrado, o abierto… una flexibilidad enorme, tanto si necesitas viajar en un día concreto a un lugar concreto, como si tienes flexibilidad de aeropuerto, o si estás buscando ir a algún lugar y no sabes dónde. Además, puedes buscar por meses, e incluso múltiples trayectos. Conviene estar abierto a horarios, aeropuertos y aerolíneas. Los recomiendo indudablemente. [clear] *Si buscas mucho o durante muchos días, recuerda borrar las cookies del ordenador. [clear] ALOJAMIENTO El apartado del alojamiento, para ahorrar, tiene que ver también con la flexibilidad del viajero o turista. Hay alojamiento para todos los gustos… desde la persona a la que le gusta siempre quedarse en hoteles de renombre, hasta al que le gusta experimentar cosas nuevas, y ahorrar por el camino. Para reserva de hotel, hostal, hostel/ backpacker, pensiones o albergues, recomiendo hacer búsqueda, y elegir, al igual que los vuelos, por internet. Aquí, mi indispensable y que siempre miro es Booking. Siempre o casi siempre he encontrado con ellos los mejores precios… y el que me conoce, sabe que me gusta comparar para obtener lo mejor. Además, uno puede elegir hacer la búsqueda de dónde hospedarse, tanto por tipo de alojamiento, como por localización, o por servicios que ofrecen. Para más información aún, se pueden leer evaluaciones de clientes reales que se han alojado y han dejado sus comentarios, y también ver en qué punto exacto están situados. Si clicas la imagen, tendrás además un descuento en tu estancia ¡de 15€! Aprovéchate de esta oportunidad con #travelOgrafa 😉 [clear] Existen otras maneras de viajar ahorrando en alojamiento, como intercambios de casas, o quedarse en casa de gente que pertenece a ciertas redes sociales destinadas a ello, y ofrece alojamiento gratuito. En estas redes hay «hosts» -anfitriones- verificados (que han pagado a la red y han pasado un control de seguridad más exhaustivo), y otros que no. Aún así, por seguridad, cada miembro debe proporcionar ciertos datos; y además se hacen reviews, para tener una idea más realista de con quién se alojaría uno. En todos los casos, se requiere respeto hacia el anfitrión desde que se le propone hospedarse con él o ella. Se considera muy rude, bajo o maleducado, escribir a alguien sin leer su perfil, o sin tener otro interés que utilizar su casa para ahorrarse el pago de un hotel, e ir a saco. Lo normal es que quien se vaya a alojar, busque a un anfitrión que tenga gustos o mentalidad similares, o que incluso desee pasar un rato teniendo al menos una buena conversación con quien se aloje. Así, para los viajeros con mentalidad más abierta, existe una comunidad llamada Couchsurfing, [clear] Luego nos queda también ahorrar de otras maneras más creativas… como: – Viajar de noche en guagua o tren, ahorrándose el alojamiento y durmiendo en el transporte (no siempre recomendable, pues el descanso no es el mismo); – Aprovechar el automóvil para pasar la noche en el mismo. Tanto coches, como furgos, campers, o motorhomes / caravanas. – Conocer los camping gratuitos del lugar y quedarse, sea con coche como con caseta. – Pasar la noche en el aeropuerto. Algunos están muy bien y tienen hasta duchas gratuitas (¡qué sensación a paraíso da encontrarse eso tras vuelos intercontinentales! <3 ). Hay que tener en cuenta que a veces, aunque gratis, no es la mejor opción; que hay aeropuertos equipados para eso y otros que no; mirar qué hacen los demás, y tener cuidado con las costumbres locales y lo que es normal o no en el país de visita. [clear] TRABAJA A CAMBIO DE ALOJAMIENTO Esto es muy utilizado especialmente durante las Working Holiday, los visados como el que he compartido en mi escrito Working Holiday Visa Nueva Zelanda, con los que la persona busca viajar, conocer un país y vivir experiencias, también ahorrando, para poder experimentar más en menos tiempo. Así, alguien que necesite que se le eche una mano en su casa o negocio, oferta alojamiento, desde una habitación compartida hasta una casa entera, por esa mano de obra. Estos anuncios se hacen en variadas webs. Las hay para cuidar animales, para trabajar en hostels, ayudar en una casa privada, con animales, y un largo etcétera. Se les suele denominar de «intercambio» o «exchange», o de voluntariado (volunteering). Yo por ejemplo, trabajé con HelpX, bajo la parte gratuita de

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