9 consejos para las relaciones a distancia

9 consejos para las relaciones a distancia se ha escrito para ayudar a aquellos viajeros que se ven afectados por el virus del amor <3 Cupido juega sus cartas muchas veces sin tener en cuenta las variantes… así que, aquí estamos, exploradores del mundo unidos por nuestro amor, buscando claves para triunfar en la más bella y ardua tarea de nuestras vidas. Escribiendo y compartiendo desde la experiencia personal y la observación de otros que lo han conseguido. Los tiempos que corren están revolucionados, lo que antes unía a una pareja, quizás ya no existe o ahora separa, y es más difícil encontrar a parejas que permanecen unidas gracias a -y a pesar de- el paso de los años. Quince años de noviazgo, treinta años de matrimonio, a veces no son suficientes para que deseen luchar por estar juntos un tiempo más. ¿Cuál es entonces la clave para salir adelante? Sinceramente, aún no sé todas las respuestas, pero poquito a poco las voy descubriendo. Y si las relaciones «en presencia» son difíciles, añadir la complejidad de la distancia empuja a muchos a salir deprisa y con prisas, para evitar complicaciones, o la idea de tenerlas. Para aquellos que sí creen en las relaciones a distancia, aquí van unos truquitos para cuando quieren hacer que funcione. Eso sí, recuerda que no va a ser fácil, pero ¿qué relación lo es? 1. Comuníquense Recuerda que puedes sentirte solo. La comunicación es un factor super importante en las relaciones, no sólo para expresarse uno y escuchar al otro, sino para aprender a cómo comunicarse efectivamente mientras se deja que el otro también lo haga con libertad. Cuando estás en distancia, es super importante mantener al otro al día, utilizando diferentes tecnologías (a los no tan románticos que nos leen, recuerden que los románticos aún disfrutamos una buena carta escrita a mano 😉 ), usando Skype para verse, aparte de enviarse mensajes, WhatsApps o llamándose. Recuerda que tus palabras contarán el doble, igual que tu tono y expresión facial. Todo, lo bueno y lo malo, tendrá que ser expresado con palabras… al menos hasta que aprendan a «leerse» mejor. Y recuerda: ¡nadie tiene aún la habilidad de leer la mente! Así que si quieres que sepan algo, simplemente dilo. 2. A salvo y seguro Construir un espacio donde uno se sienta a salvo y seguro es crucial para poderse abrir a alguien y compartir las emociones. Amor, miedo, fuerza, inseguridad, confianza, celos, alegría, apatía… no lo ocultes. Una de las maravillas y misterios de abrirse a alguien, especialmente a la persona con quien se valora compartir tu vida, es la vulnerabilidad. Magnífica característica que puede convertirse en una peligrosa espada de doble filo. Así que, sé abierto (poco a poco), y muestra mucho amor, paciencia y comprensión con aquél que se abre contigo. 3. El factor sorpresa Los detalles pequeños se vuelven extra-dulces. ¡Nunca des nada por sentado! Al igual que siempre me ha encantado un lindo buenos días y un tierno buenas noches, la comunicación debería ser también divertida, creativa, profunda, trivial, o incluso picarona 😉 Mantén a tu compañero al día de las cosas que están sucediendo en tu vida, desde las cruciales hasta las más tontas. Mándense fotos, vídeos, pequeños clips o mensajes sorpresa, incluso por correo ordinario. Hagan el esfuerzo para que valga la pena. Hará que el otro se sienta amado, apreciado, atendido y presente, que se cuenta con él. También, dejarles o enviarles algo tuyo (como ese collar o esa camiseta que luego se pone cada vez que te extraña) es otro gesto romántico que les hará mantenerse unidos, mostrar al otro valor y darles importancia. 4. Comprométete Hay gente que tiene hasta miedo a esta palabra… ¡pero no es tan peligrosa! De hecho, nos comprometemos cada día, queramos o no, con unas cosas u otras. Priorizamos y elegimos constantemente a qué le vamos a dar más importancia, con qué nos vamos a involucrar más, qué es más primordial o importante para nosotros. Siempre deberías conocer bien los términos de la relación en que estás, en qué punto está cada uno. La igualdad es importante, y es crucial ser honesto y saber qué se puede esperar de uno mismo o del otro; qué se está dispuesto a dar o recibir… y estos «términos» están en cambio constante, según se avance (en una dirección u otra) en la relación. Sé consciente de tu nivel de compromiso. Especialmente además, cuando hay diferencia horaria, puede ser más duro aún mantenerse en contacto. Ambos tienen responsabilidades, ya sea trabajo, estudios, familia, amigos, uno mismo y sus intereses… Pero es posible. 😉 5. Vive el presente Cierto, necesitan comunicarse, prestarse atención, estar en Skype durante minutos y horas… pero también necesitan vivir en el momento y el lugar donde se encuentran, disfrutarlo y aprovechar lo que pasa mientras están ahí. Básicamente hay que recordar que: no es sano pasar cada minuto de cada hora de cada día frente a la pantalla de tu ordenador. Ni hacer que tu amado o amada lo haga tampoco. Invierte en ti mismo. Disfruta tu tiempo solo y tu propio espacio (¡lo echarás de menos muchas veces cuando ya no estés solo!). Disfruta tu tiempo y lugar, y a -y con- la gente que te rodea.   6. Evita la zona de peligro Este punto depende, claro está, del tipo de relación que tienes con tu persona amada, pero… Si sabes o piensas que algo que hagas puede afectar a tu pareja (sí, ¡escucha a esa vocecita que se te sube al hombro!), evítalo o al menos díselo de antemano. Eso no significa que estés atado o que tengas que pedir permiso; significa que te importa tanto tu pareja y sus sentimientos, que quieres que se sienta seguro contigo, y quieres mostrarle que te importa tanto que quieres que se sienta así, a salvo y seguro – contigo. La otra mitad debería apreciar el gesto, evitar reaccionar mal impulsivamente, y hablar las cosas para que puedan ser entendidas, dando un voto

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