¿Por qué NO te puedes permitir viajar?
En el post de Viajar Barato comenzaba con ese positivo «¡claro que te puedes permitir viajar!»… y conozco a muchos que lo reniegan… así que, aparte de los trucos sobre cómo viajar de manera económica, aquí va un post más atrevido -y quizás descarado o polémico– sobre por qué muchos NO se pueden permitir viajar (o al menos eso creen). Eres terrible ahorrando Básicamente, el dinero te pica en el bolsillo… Hazte un savings, una cuenta de ahorro, usa una hucha, no tomes cortados fuera todos los días de tu vida… ¡¡economiza!! Mi querido partner in crime hizo un cálculo de lo que gastaría en cafés en el trabajo (siendo a su vez bastante económicos para ser de máquina) y lo que le cuesta el bote de café instantáneo en el supermercado. El ahorro es del 200%. Gastaría lo mismo en dos meses haciéndoselo él (y sobrándole para compartirlo con sus compañeros de trabajo) que tomándolo siempre de la máquina, ¡y mucho menos del bar! La cuestión es calcular y economizar. Compras mal o caro Lo sé. Es un rollo, un tostón, o una pesadez estar leyendo los catálogos de cada supermercado, o cada una de las etiquetas de cada embutido o «paquete de» para calcular el precio por kilo y comprar el más barato… ¡pero se puede ahorrar muchísimo haciéndolo! Y hay trucos para economizar el tiempo y ahorrar en la alimentación. Además, menos fuera y más en casa: sabes lo que usas y cómo lo usas, cuándo lo has cocinado, los ingredientes que tiene y si tiene o no conservantes. ¡Y la ropa y complementos! Las marcas… a veces te cuesta lo mismo o más un bolso, una camiseta o complemento deportivo de cierta marca ¡que un ticket de avión o barco! Compras sin tener que comprar En esta sociedad del consumismo es difícil no caer en la trampa. Culpable. Yo también lo hago. Ese imán que está tan chulo, o esa tobillera que te hará sentir mejor. ¿Pero para qué quieres más cosas? ¿Para qué otro cubo Rubik si ya tienes uno igual? ¿Para qué otro cojín en el sofá, si ya tienes más que de sobra? Quizás te quejes del que está viajando en Sudamérica mientras estás tirado en el sofá comiendo chuches costosas y viendo tele de pago en tu nuevo televisor de a saber cuántas pulgadas. O quizás te quejes de no entender cómo el viajero puede estar OTRA VEZ en algún lugar nuevo, mientras conduces tu nuevo coche, comprado de paquete (y a pagar a plazos). Es cuestión de prioridades. Como todo. No te adaptas a nuevas maneras de viajar No puedo afirmar que todo el mundo esté hecho para viajar en bus de noche, u hospedarse en un hostel, o hacer couchsurfing, pero cada día hay más opciones para viajar, adaptándose al bolsillo de cada uno. Y eso es lo que debes de hacer también, si quieres viajar: adaptarte. «Si no es en un hotel, no me quedo». «Si no es un resort con piscina, no me vale la pena». «O un todo incluido, o nada». O a Nueva York, o ni a La Gomera. Bueno, pues no te quejes de que no viajas. Hay muchísimas opciones muy válidas y de calidad que no incluyen resorts de cinco estrellas con todo incluido en una playa privada del Caribe. Estate dispuesto a valorar nuevas opciones y abrir nuevas puertas, y verás nuevos horizontes. Temes perder dinero Cierto: todo es un riesgo. Pero si te organizas bien, se hará real esa frase cliché que dice que «viajar es lo único que compras y te enriquece». Lo sé, no me gusta cuando todo el mundo dice lo mismo. No sé si es lo único o no. Pero depende de cómo te lo plantees, si buscas una experiencia que te haga crecer, será dinero bien invertido. Simplemente calcula conforme a lo que tienes. Si puedes ir cerca y no lejos, no cruces el mundo para quedarte luego a dos velas. Invierte, con cabeza, y te sentirás seguro invirtiendo. No buscas opciones que te puedes permitir Exactamente eso. Este punto está inter-relacionado con los dos anteriores. Abre tu mente. Busca algo más cerca, en un apartamento, donde cocines alguna de tus comidas, o no necesites que te hagan la cama. Piensa en aquello de lo que puedes prescindir. Ve a un buscador y mira las ofertas, paquetes vacacionales, sé abierto con los destinos, juega con las fechas… o mírate algunas de las opciones de viajar barato. 😉 Estás esperando a más adelante Eso de «lo mejor está aún por venir» me irrita tanto como «nunca cambies». Todo el mundo cambia -¡gracias a Dios!- y el cambio es bueno y constante. De hecho «la única constante es el cambio». «Lo mejor» NO está aún por venir… ni ha venido, ni vendrá, o sí. Pero eso no lo sabremos hasta el último día de nuestras vidas. Así que no lo dejes todo para más adelante, para mañana. Recuerda que la vida es incierta, y nunca sabremos ni qué pasará mañana, ni si habrá mañana. Y tampoco lo digo con el mal-interpretado espíritu YOLO («vuélvete loco y haz todo hoy»). No vivas esperando a que el día perfecto llegue, porque no existe. Si deseas hacerlo, piénsalo, organízalo, y hazlo. Y si estás soltero, aprovéchalo aún más. La organización con otro o con niños, lo complicará más – pero tenemos expertos ahí fuera que te mostrarán que tampoco es imposible. 😉 Busca nuevas maneras de ganar más En España quizás se hace más complicado, y más aún en este momento. Pero podrías vender lo que ya no usas o necesitas, alquilar habitaciones, o tener un segundo trabajo. Aprende a ser una persona con recursos, y a luchar por lo que quieres. Todo lo que se desea tiene un costo. Si realmente no tienes Busca un trabajo mejor, un ascenso… o incluso un cambio de vida. Ábrete a nuevas fronteras, a descubrir otros mundos y a trabajar fuera de tu zona de comfort. Quizás fuera de tu pueblo o ciudad -e incluso país o continente- tengas
Viajar barato
¿Te lo estás planteando? ¡Claro que te puedes permitir viajar! ¿Cómo es que viajas tanto? ¡No paras la pata! ¿Pero de dónde sacas el dinero? ¿Viajas de nuevo? No son pocos los que cuestionan que se pueda viajar barato. Sin embargo, viajar de manera económica es de hecho mucho más posible de lo que muchos piensan. Claro que conlleva ahorrar, pero si reduces el consumo de otros productos, podrás invertir en viaje y experiencias. Piensa en qué usas tu dinero, calcula de manera mensual lo que cobras y lo que gastas. Obviamente, hay gastos que uno va a tener sí o sí cuando es un adulto independiente -por ponerlo de alguna manera general- tendrás el pago de la vivienda y los servicios públicos, la comida, el transporte, y algún que otro compromiso o capricho. Si los extras de lo básico los reducimos, podemos ahorrar considerablemente. Claro, evita comprar toda la última moda, marcas, comer fuera cada día, o gastar en vicios, como alcohol o tabaco. Además de estos principios básicos, hay también trucos para ahorrar para viajar, y para ahorrar viajando. LOS VUELOS Comprar los vuelos por medio de una agencia, en el aeropuerto, o por internet, resulta en una grandísima diferencia de precio. Para mí, la mejor manera es online. Hay muchísimos buscadores; y suelo recomendar investigar un poquito en varias webs antes de comprar. Con algunas compañías es preferible hacerlo a través de su propia web, como ocurre, por ejemplo y casi siempre, con Ryanair (compañía europea de bajo coste), ya que sale igual o más barato que por medio de buscadores. Un buscador que siempre visito es Skyscanner. Éste te presenta opciones de vuelo con fecha cerrada o abierta, destino cerrado, o abierto… una flexibilidad enorme, tanto si necesitas viajar en un día concreto a un lugar concreto, como si tienes flexibilidad de aeropuerto, o si estás buscando ir a algún lugar y no sabes dónde. Además, puedes buscar por meses, e incluso múltiples trayectos. Conviene estar abierto a horarios, aeropuertos y aerolíneas. Los recomiendo indudablemente. *Si buscas mucho o durante muchos días, recuerda borrar las cookies del ordenador. ALOJAMIENTO El apartado del alojamiento, para ahorrar, tiene que ver también con la flexibilidad del viajero o turista. Hay alojamiento para todos los gustos… desde la persona a la que le gusta siempre quedarse en hoteles de renombre, hasta al que le gusta experimentar cosas nuevas, y ahorrar por el camino. Para reserva de hotel, hostal, hostel/ backpacker, pensiones o albergues, recomiendo hacer búsqueda, y elegir, al igual que los vuelos, por internet. Aquí, mi indispensable y que siempre miro es Booking. Siempre o casi siempre he encontrado con ellos los mejores precios… y el que me conoce, sabe que me gusta comparar para obtener lo mejor. Además, uno puede elegir hacer la búsqueda de dónde hospedarse, tanto por tipo de alojamiento, como por localización, o por servicios que ofrecen. Para más información aún, se pueden leer evaluaciones de clientes reales que se han alojado y han dejado sus comentarios, y también ver en qué punto exacto están situados. Si clicas la imagen, tendrás además un descuento en tu estancia ¡de 15€! Aprovéchate de esta oportunidad con #travelOgrafa 😉 Existen otras maneras de viajar ahorrando en alojamiento, como intercambios de casas, o quedarse en casa de gente que pertenece a ciertas redes sociales destinadas a ello, y ofrece alojamiento gratuito. En estas redes hay «hosts» -anfitriones- verificados (que han pagado a la red y han pasado un control de seguridad más exhaustivo), y otros que no. Aún así, por seguridad, cada miembro debe proporcionar ciertos datos; y además se hacen reviews, para tener una idea más realista de con quién se alojaría uno. En todos los casos, se requiere respeto hacia el anfitrión desde que se le propone hospedarse con él o ella. Se considera muy rude, bajo o maleducado, escribir a alguien sin leer su perfil, o sin tener otro interés que utilizar su casa para ahorrarse el pago de un hotel, e ir a saco. Lo normal es que quien se vaya a alojar, busque a un anfitrión que tenga gustos o mentalidad similares, o que incluso desee pasar un rato teniendo al menos una buena conversación con quien se aloje. Así, para los viajeros con mentalidad más abierta, existe una comunidad llamada Couchsurfing, Luego nos queda también ahorrar de otras maneras más creativas… como: – Viajar de noche en guagua o tren, ahorrándose el alojamiento y durmiendo en el transporte (no siempre recomendable, pues el descanso no es el mismo); – Aprovechar el automóvil para pasar la noche en el mismo. Tanto coches, como furgos, campers, o motorhomes / caravanas. – Conocer los camping gratuitos del lugar y quedarse, sea con coche como con caseta. – Pasar la noche en el aeropuerto. Algunos están muy bien y tienen hasta duchas gratuitas (¡qué sensación a paraíso da encontrarse eso tras vuelos intercontinentales! <3 ). Hay que tener en cuenta que a veces, aunque gratis, no es la mejor opción; que hay aeropuertos equipados para eso y otros que no; mirar qué hacen los demás, y tener cuidado con las costumbres locales y lo que es normal o no en el país de visita. TRABAJA A CAMBIO DE ALOJAMIENTO Esto es muy utilizado especialmente durante las Working Holiday, los visados como el que he compartido en mi escrito Working Holiday Visa Nueva Zelanda, con los que la persona busca viajar, conocer un país y vivir experiencias, también ahorrando, para poder experimentar más en menos tiempo. Así, alguien que necesite que se le eche una mano en su casa o negocio, oferta alojamiento, desde una habitación compartida hasta una casa entera, por esa mano de obra. Estos anuncios se hacen en variadas webs. Las hay para cuidar animales, para trabajar en hostels, ayudar en una casa privada, con animales, y un largo etcétera. Se les suele denominar de «intercambio» o «exchange», o de voluntariado (volunteering). Yo por ejemplo, trabajé con HelpX, bajo la parte gratuita de la plataforma (algunas son de pago, y otras